domingo, 11 de mayo de 2014

La ermita de San Cayetano

Sábado, 10 de mayo de 2014. Hoy, la primavera disfrazada de verano ha dado su primer zarpazo. Con mi cazadora de cuero usada y una camiseta de manga corta voy bastante bien térmicamente, especialmente en esta época que no hace -como se suele decir- ni frío ni calor, pero tras bajar de la moto, he sentido unos buenos 28-30º al sol que hacían bastante insufrible llevar esta prenda.

Hoy tocaba una nueva incursión por la sierra de Crevillente, en esta ocasión, por la parte este de la comarcal CV-873 que la atraviesa. El objetivo decidido ha sido la ermita de "San Gaietá" (San Cayetano) situada en el barranco del mismo nombre, entre los picos San Cayetano y Peña Corcada.




Camino de la ermita de San Cayetano.


Esta ermita se encuentra en la ladera del barranco, a 420 metros sobre el nivel del mar. Se accede desde la carretera de Albatera, por la Vía Pista del canal Trasvase Tajo-Segura, una vez pasado el camino que lleva a la zona de Los Molinos, y por el campo de tenis hasta llegar al paraje natural de la Palalla. Una vez más, las puertas en el campo han hecho su aparición y me han imposibilitado acceder con la moto a la propia ermita. Hay que aparcar obligatoriamente en una zona para ello a unos 300 metros de la misma, trayecto que sólo se puede hacer a pie o en bicicleta. Poco antes, un mirador muy bien situado permite unas excelentes vistas del barranco, picos y ermita.


Destacar que esta ermita data del siglo XVII en que se canonizó a San Cayetano. Es una de las más antiguas de Crevillente, junto con la de Santa Anastasia y La Purísima. Se encontraba en estado ruinoso hasta el año 2009 en que fue restaurada.


Siempre me ha llamado la atención la ubicación de las ermitas, casi siempre, en lugares apartados, inhóspitos, bellos, alejados de la civilización. El hecho de descubrir la ermita de San Cayetano es una excelente excusa para adentrarme en la sierra de Crevillente por uno de sus múltiples caminos, trailear y ver parajes que, de otra forma, nunca se me hubiera ocurrido recorrer.

El tramo final de camino, de unos 3 kilómetros, está en continua ascensión, con algo de grava suelta, pero en muy buen estado. Bordea el barranco de San Cayetano hasta llegar a una zona de aparcamiento en la que, obligatoriamente, debes dejar la moto para continuar el recorrido hasta la ermita a pie. Desde la propia ermita parten varios senderos que se adentran todavía más en la sierra, un auténtico paraíso para el senderista. Eso sí, es recomendable no adentrarse por aquí en los meses de verano porque la sombra es casi inexistente y el sol golpea con dureza este lado sur de la sierra.


Mapa topográfico con la parte final de la ruta: la
ermita de San Cayetano.


La TX en el punto de parada, antes de iniciar la senda
que conduce a la ermita.


Debió existir una época en la que no había puertas en el campo.
En la actualidad, estas abundan, a pesar de la "civilización".


Tramo final del camino, poco antes de la zona de parada.


Panorámica desde la zona de parada. Al fondo, la sierra
de Callosa del Segura con el pico del Águila, de 560 metros.


El serpenteante camino por el que se llega al paraje natural
de "La Palalla", en la sierra de Crevillente.


El barranco de San Cayetano, mirando hacia el sur.


Parte norte del barranco, con el pico de San Cayetano
de 800 metros de altura sobre el nivel del mar.


El objetivo: la ermita de San Cayetano. No siempre se
conservó así. Restaurada en 2009, data del siglo XVII.


La TX con ganas de más tierra, polvo, baches, piedras,
 grava, barro (es un decir), arena y... asfalto.






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